7 signos de un trastorno de la regulación en la primera infancia

Trastorno regulador de la primera infancia

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Querida mamá primeriza, a menudo no se tiene suficientemente en cuenta el trastorno de la regulación en la primera infancia.

Pero probablemente conozcas esa sensación. ¿Tu bebé recién nacido llora inexplicablemente por la noche, simplemente no se calma y tu corazón está lleno de preocupación y agotamiento? Quizá ya lo has intentado todo para calmar a tu bebé. Lo has envuelto, le has dado de comer, lo has acariciado y le has cantado, ¿pero nada parece ayudar?

Te das cuenta desesperada: mi bebé llora todo el día, mi bebé lloriquea y mi bebé llora por la noche sin motivo. Piensas: ¿qué más puedo hacer para calmarle por fin? Tus noches se caracterizan por la falta de sueño y durante el día sientes que libras una batalla interminable contra el cansancio y el agotamiento.

¡Pero no estás solo en esto!

Podría ser que tu pequeño padeciera un trastorno de la regulación de la primera infancia que no sólo está poniendo patas arriba su vida, sino también la tuya. Los llantos y lloriqueos inexplicables de tu bebé pueden ser un síntoma de dicho trastorno. El trastorno de la regulación de la primera infancia es un reto que a menudo exige paciencia y compasión por parte de los padres.

Los 7 síntomas principales de los trastornos de la regulación:

  • Llanto o gritos excesivos, sobre todo por la noche
  • Lloriqueo persistente o inquietud del bebé
  • Dificultad para conciliar el sueño o para dormir toda la noche
  • Problemas de alimentación, como dificultades para succionar o regurgitaciones frecuentes
  • Cambios de humor imprevisibles
  • Dificultades para calmarse, también por parte de los padres
  • Una reacción excesiva a los estímulos sensoriales, como la luz o el ruido
  • Es importante tener en cuenta que no todos los niños presentan todos los síntomas y que éstos pueden variar en intensidad. Sin embargo, si los padres observan problemas persistentes en la regulación de las emociones y el comportamiento de su hijo, es aconsejable prestar especial atención y buscar ayuda profesional.

Trastorno de la regulación en las distintas fases de desarrollo

No sólo los bebés se ven afectados por el trastorno del desarrollo de la primera infancia. El trastorno de regulación de la primera infancia también puede darse en niños pequeños y niños de guardería, y tener efectos a largo plazo.

Tu hijo puede tener dificultades para calmarse, entablar relaciones sociales o atenerse a las estructuras.

El trastorno de la regulación puede manifestarse de forma diferente en las distintas fases de desarrollo del niño. He aquí los síntomas típicos y los posibles efectos tardíos en cada fase:

Trastorno de la regulación del bebé:

  • Trastorno de la regulación Síntomas: Llanto excesivo, sobre todo por la noche, lloriqueo persistente, dificultad para conciliar el sueño o dormir toda la noche, inquietud al comer, cambios de humor imprevisibles.
  • Trastorno de regulación Efectos tardíos: Deterioro del desarrollo del apego entre padres e hijo, mayor riesgo de trastornos del sueño, inestabilidad emocional y problemas de autorregulación.

Trastorno de la regulación infantil:

  • Trastorno de la regulación Síntomas: Inquietud persistente, dificultades para calmarse, comportamiento impulsivo, reacciones excesivas a estímulos sensoriales como la luz o el ruido, dificultades para pasar de una actividad a otra.
  • Trastorno de regulación Efectos tardíos: Problemas para establecer relaciones sociales, mayor riesgo de problemas de conducta o trastornos emocionales, desarrollo deficiente del autocontrol y de la tolerancia a la frustración.

Trastorno de la regulación del niño en el jardín de infancia:

  • Trastorno de la regulación Síntomas: Pueden aparecer dificultades para adherirse a las normas y estructuras, arrebatos emocionales, agresividad o retraimiento, dificultades para compartir o esperar.
  • Trastorno de regulación Efectos tardíos: Dificultades en el entorno escolar, aislamiento social, baja autoestima, mayor riesgo de trastornos de ansiedad o depresión.

Es importante subrayar que no todos los niños con trastornos de la regulación experimentan necesariamente efectos tardíos a largo plazo. Una intervención temprana y un apoyo adecuado pueden contribuir a minimizar los efectos negativos y ayudar a los niños a desarrollar sus capacidades de autorregulación.

¿Qué puedo hacer?

En primer lugar, es importante que sepas que no estás sola y que hay ayuda.

Podría ser que factores ambientales como una Mal lugar para dormir en una zona de falla geológica o el Efectos del electrosmogson los principales desencadenantes de tu situación. Por tanto, merece la pena revisar estos aspectos y ajustarlos si es necesario para proporcionar a tu bebé el mejor entorno posible. (Puedes encontrar más información sobre esto aquí: Función del Armonizador HOME)

¿Qué más puedes hacer si tu bebé es un llorón y una vez más estás llegando a tus límites? Lo primero que debes hacer por tu bebé es Compasión y empatía. Busca el apoyo de tu pareja, familia y amigos, y no tengas miedo de buscar ayuda profesional. Intervenciones y terapias tempranas puede contribuir a reforzar el vínculo entre tu bebé y tú y ayudarte a superar este difícil momento.

Preguntas más frecuentes:

¿Qué es un trastorno de la regulación de la primera infancia?

Un trastorno de la regulación en la primera infancia es un trastorno del desarrollo que se manifiesta en la incapacidad del niño para regular adecuadamente sus emociones, su atención y sus actividades. Puede manifestarse en forma de llanto excesivo, lloriqueo persistente, trastornos del sueño, dificultades con la alimentación u otros comportamientos.

¿Qué son los efectos tardíos de los trastornos de regulación?

Las consecuencias a largo plazo de los trastornos de la regulación pueden ser diversas y afectar a varios aspectos del desarrollo del niño.

Entre ellas se incluyen posibles dificultades para establecer relaciones sociales, problemas en el entorno escolar, inestabilidad emocional, un mayor riesgo de problemas de conducta o trastornos mentales y una menor capacidad para autorregularse en etapas posteriores de la vida.

Es importante ofrecer una intervención y un apoyo precoces para minimizar los efectos negativos a largo plazo.

¿Qué hacer con los bebés llorones?

Con los bebés llorones, es importante buscar posibles factores ambientales, como una zona para dormir inadecuada o electrosmog, que puedan agravar la situación. 

Puedes averiguar cómo reconocer un buen lugar para dormir en el siguiente artículo: ¿Cuál es un buen lugar para dormir? .

Acariciar, cantar o mecer al bebé en un portabebés también puede ayudar a calmarlo.

Escribir bebé ¿qué te ha ayudado?

Cada bebé que llora es único, por lo que no existe una solución universal. Pero la paciencia, el amor y el apoyo profesional pueden ayudar a los padres a superar esta difícil fase junto con su bebé. Sobre todo, es importante despejar las posibles molestias, que en la mayoría de los casos son un mal lugar para dormir. Aquí puedes ver cómo optimizar la zona de descanso de tu bebé: Bio-Waver bajo la cama | Vivir sin radiaciones

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