La calidad energética de los alimentos y el medio ambiente
En un mundo cada vez más caracterizado por la tecnología y el ritmo de vida frenético, la importancia de la energía y el equilibrio en nuestras vidas es cada vez más evidente. Uno de los conceptos menos conocidos pero fascinantes en este ámbito son los valores Bovis. Ya en los años 30, el físico francés André Bovis estudiaba la calidad energética de los alimentos. Descubrió que cada alimento y cada entorno tienen una determinada vibración energética.
Pero, ¿qué son exactamente los valores Bovis y cómo nos influyen en la vida cotidiana?
La historia de los valores Bovis
Las investigaciones de André Bovis condujeron al desarrollo del biómetro, un instrumento con el que podía medir la vitalidad de los alimentos mediante un péndulo. Este biómetro se hizo tan popular que Bovis fue nombrado inspector oficial de alimentos por el gobierno francés.
Como físico, Bovis creyó en su época que estaba midiendo los llamados valores de frecuencia Ångström de los alimentos. Unos años más tarde, uno de sus alumnos se dio cuenta de que lo que medía no eran las unidades Ångström (la longitud de las ondas luminosas), sino otra cosa que no se conocía hasta entonces. Así fue como el biómetro se convirtió en la llamada escala Bovis, en honor a su descubridor André Bovis.
Valores Bovis: la medida de la vitalidad
La "escala de Bovis" es una escala de frecuencia que mide la vitalidad o fuerza vital de un objeto o sustancia. Al comparar las verduras recién recolectadas y las marchitas, por ejemplo, queda claro que las verduras frescas tienen más vitalidad o valores Bovis más altos.
Las unidades Bovis, a menudo denominadas simplemente BE, son la medida del estado vibratorio de la materia. Estos valores se determinan utilizando un péndulo o biotensor. Un valor Bovis bajo indica que un producto o un ser vivo es menos vital.
¿Cuáles son los valores de Bovis?
En términos sencillos, los valores Bovis miden la "carga energética" de un objeto o lugar. Un valor Bovis alto indica que un objeto o lugar irradia energía vital. Esto es especialmente importante, pues se dice que los lugares o cosas con valores Bovis elevados pueden dar energía a las personas.
En pocas palabras, los valores Bovis pueden considerarse "valores PH" energéticos. En lugar de medir el estado ácido o alcalino, indican si algo está liberando o extrayendo energía. Las personas sanas suelen tener valores entre 6500 y 8000 Bovis, y los jóvenes suelen alcanzar el valor más alto. Los alimentos con valores superiores a 6500 Bovis, como la fruta fresca o las verduras ecológicas, aportan energía al organismo. En cambio, los alimentos con valores inferiores a 6500 Bovis, como el café o la comida rápida, privan al cuerpo de energía.
O mejor dicho, eso no es del todo correcto. En sentido estricto, todo lo que está por debajo de nuestra propia vibración nos extrae energía, ya que nuestro cuerpo compensa entonces el déficit.
Factores que influyen en el valor Bovis
Desde el tipo de cultivo y procesamiento hasta el almacenamiento, el transporte y las influencias medioambientales, como la radiación o los insecticidas, muchos factores pueden afectar al valor Bovis de un alimento. Simonéton, estudioso de la Bovis, también descubrió que el tiempo que la fruta cuelga del árbol puede influir en el valor Bovis. Por eso los plátanos que se recogen antes de madurar suelen tener valores Bovis más bajos.
¿Qué influye en el valor Bovis de nuestros alimentos?
La calidad de los alimentos que comemos se refleja directamente en su valor Bovis. Los alimentos cocinados, por ejemplo, tienen un valor inferior al de los productos recién recolectados. Los alimentos cultivados ecológicamente, que se han producido sin utilizar productos químicos y no han sido manipulados genéticamente, suelen tener un valor Bovis más alto que los productos no ecológicos. También es importante tener en cuenta que el valor Bovis de los alimentos se reduce al procesarlos, conservarlos, calentarlos o congelarlos. El valor Bovis más alto suele encontrarse en las verduras cultivadas en casa y con cariño.
¿Cómo influye la BIOGETA® BIOWAVER en nuestra energía?
En nuestro mundo agitado e impulsado por la tecnología, es un reto garantizar constantemente una alta calidad energética en nuestro entorno. Aquí es donde entra en juego la BIOGETA® Bio-Waver. Con unos impresionantes 29.000 Bovis y una fuerza de pulsación magnética de 100%, este aparato no sólo puede igualar las zonas de interferencia geopática de las habitaciones, sino también cargar energéticamente el agua y los alimentos.
El agua y los alimentos que han sido tratados con la BIOGETA® Bio-Waver transfieren su alta frecuencia vibratoria a los seres humanos cuando los consumen. Esto significa que no sólo nos beneficiamos del alimento en sí, sino también de su energía cargada. Esto nos permite mantener un alto nivel de energía a lo largo del día.
Un aspecto destacado: en un estudio científico, BIOGETA® Bio-Waver fue capaz de reducir significativamente las consecuencias del estrés oxidativo en las células humanas. Por tanto, no sólo tiene altos valores energéticos, sino también fuertes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden beneficiar a tu organismo.
¿Por qué es importante el valor Bovis?
Los lugares con valores Bovis elevados, como ciertos bosques o los llamados lugares de poder, pueden recargarnos y revitalizarnos energéticamente porque vibran a un nivel más alto que nosotros, los humanos. ¿Quién no conoce la sensación refrescante tras un paseo por un bosque vitalizado? En cambio, los lugares con valores Bovis bajos pueden drenar nuestra energía.
Al igual que los lugares, los objetos, los edificios y los alimentos también pueden medirse con valores Bovis. Esto significa que, eligiendo conscientemente los alimentos y los lugares que visitamos y utilizando tecnologías como la BIOGETA® Bio-Waver, podemos controlar y optimizar específicamente nuestra energía.
La relevancia de los valores Bovis en la vida cotidiana
No sólo la comida tiene valores Bovis. Todo, desde los libros hasta los edificios y los lugares naturales, tiene una frecuencia vibratoria específica. Estos valores pueden influir en nuestra energía y bienestar. Por ejemplo, un paseo por un bosque sano con valores Bovis elevados puede ser revitalizante, mientras que un paseo por un bosque "enfermo" puede hacernos sentir cansados. Del mismo modo, perdemos energía en lugares con valores Bovis bajos si están geopáticamente perturbados por la radiación terrestre, como una vena de agua o una falla, por ejemplo. Puede tratarse del lugar de trabajo, donde entonces rendimos menos, o, en el peor de los casos, del lugar donde dormimos.
Reflexiones finales
Aunque Bovis y Simonéton creían que podían medir la frescura y vitalidad de los alimentos y los entornos utilizando únicamente el valor Bovis, es importante subrayar que los valores Bovis sólo representan un aspecto de la energía global. Es esencial considerar no sólo el valor Bovis, sino también otros aspectos energéticos como la fuerza de pulsación magnética. Sólo con una fuerza magnética equilibrada puede aprovecharse la energía adicional de un valor Bovis elevado.
Conclusión
Comprender y reconocer los niveles de Bovis nos ofrece una visión más profunda de la calidad y vitalidad de nuestros alimentos y nuestro entorno. Combinando el conocimiento tradicional de la fuerza vital y la tecnología moderna, como la BIOGETA® Bio-Waver, podemos crear un entorno que fomente el bienestar y nos proporcione la energía que necesitamos para prosperar en nuestro acelerado mundo, y detener la pérdida incontrolada de energía. No es sólo una cuestión de salud, sino también una inversión en una mayor calidad de vida.